jueves, 24 de noviembre de 2011

TALLÍN, ESTONIA, UN VIAJE A LA EDAD MEDIA...

Qué, a Tallín??? Eso está en Rusia??? no, pero cerquita, vamooos!!!
Un intenso y revitalizante frío nos recibe a nuestra llegada a Tallín. La capital de Estonia baila con suma elegancia sobre las aguas del Mar Báltico, un mar suave y frío que aporta carácter a la ciudad. Más Nórdica que Báltica, Tallín muestra con orgullo estratos de una historia reciente y no tan actual. Así, podremos observar, tanto modernos restaurantes que fueron guaridas de la KGB Rusa hace unos pocos años como un entramado de callejuelas empedradas salpicadas de imponentes edificios medievales, barrocos y góticos que te transportarán, con suma delicadeza, a un emocionante viaje a la Edad Media.
Es curioso observar ante tanta Historia como, el país conocido como Estonia2.0 o e-Estonia, ha realizado una apuesta de modernización total, empezando por una Educación puntera, ayudas a la Investigación y Desarrollo y una TOTAL apertura a las Nuevas Tecnologías, llegando la Red de Internet hasta los puntos más remotos e inverosímiles del país. Se me antoja que, estos países que intentan tener como espejo a sus vecinos Nórdicos, van a dar mucho que hablar.
Los sueños se cumplen. Como hacía referencia al principio de mi escrito, mi chica se acaba de enterar que hoy dormiremos en Tallín. Apenas han pasado 3h y aún con la sorpresa y la incredulidad dibujada en su cara, nos encontramos en el Rest. Chicago de la capital de Estonia. La luz es tenue, una sublime Merlot de St. Emilion comienza a estremecer todas y cada una de nuestras papilas gustativas, nuestras exhalaciones comienzan a ser completas y lentas, arrastrando a todos nuestros componentes Citoplasmáticos a un estado de relajación sin límites. La música de Norah Jones termina por seducirnos y guiarnos hasta lo más profundo de la tontuna y el aturdimiento. Totalmente inmerso en una de las noches más felices y románticas de mi vida. Este estado de perturbación momentánea se ve acuciado por lo que significa celebrar 14 increíbles y emocionantes años juntos.
No puedo dejar de pensar en nuestra primera cita. Aquella tarde busqué algo "potable" entre mi vestuario. No encontré nada más que unos vaqueros viejos a los que les hacía remiendos casi cada semana y un agujereado polo de rayas verdes, compañero fiel durante los últimos diez años. Hacía frío, una chaqueta de ante recogería mi cuerpo tembloroso. Aquella chaqueta pesaba tanto como su Historia. Un americano se la regaló a mi abuelo tras la Guerra Civil en la base militar de Zaragoza. Seguro que le dijo: "Pepe, esta chaqueta es para que la lleve tu nieto en el día en que encuentre a su chica". La chaqueta siguió escondida en un recóndito lugar de la cambra de mi abuela Pepita hasta el día que pude recuperarla.
Nervios, emoción, mi cerebro tartamudea pensamientos sin pausa alguna. Ha llegado la hora. Más nervios. He estado esperando 21 añitos de mi vida. Sin apenas apercibirlo, he andando casi 1h hasta el punto de encuentro. La veo. No recuerdo bien su nombre pero sé que es ella. Espera de pie, apoyada en un coche, con sus vaqueros claros, una camiseta amarilla y unas botas lilas y esa infinita y mágica sonrisa... mis nervios desaparecen al instante. Ahora es una montada de mariposas las que revolotean en mi estómago. Elia!!! Finalmente lo recordé. Los Griegos ya bautizaron al Sol con este nombre. No podía llamarse de otra manera, tiene el Sol metido en la sonrisa. Aquella tarde duró muchas horas. Nos acompañaron un refresco de naranja y uno de cola. Pasamos un poco de hambre, pero no teníamos dinero para permitirnos cenar fuera de casa. Hablamos de vivir juntos, lo que sucedió una semana después (todavía no llego a alcanzar como pudimos tardar tanto!) y de salir a aprender y recorrer mundo... y en ello continuamos.
Sé que toda mi gente me acompaña hoy en esta celebración. Todos encontramos a Elia. También mi abuelo Pepe (al que no llegué a conocer) y su amigo "el americano", debieron sonreír como nunca aquella noche.
Yo, todavía hoy, después de 14 años, sigo notando ese emocionante e inexplicable cosquilleo en el estómago cada vez que me acerco a ella... cada vez que me acerco a esa sonrisa... esa sonrisa mágica, dulce, suave, silenciosa... ÚNICA...

martes, 8 de noviembre de 2011

STOCKHOLM, LA CIUDAD PERFECTA...

“Tete, no me quiero ir de aquí”.
Sabido es que, ya sea por suerte, predisposición o filosofía de vida, tenemos la capacidad de disfrutar cada etapa de nuestro camino como si cada una de ellas fuese la más bonita y emotiva de todas las anteriores, pero ciertamente, no son muchas las ocasiones en las que he escuchado estas palabras de la boca de mi chica. Creo que, por sí sola, esta frase podría describir  lo vivido estos días en la capital sueca, una ciudad que nos ha dado la impresión de ser casi perfecta.
Como auténticos apasionados de los Países Nórdicos, llegábamos con la sensación de saberlo casi todo del país: salud y educación pública, TV y cultura en versión original siempre, dinamismo económico, Respeto escrupuloso por la Naturaleza… calidad de vida. Pero lejos de las cifras o clasificaciones que, siempre resultan frías, nos encontramos con una ciudad de una belleza única; una Luz tan mágica que resulta difícil no caer rendido ante un Sol que ilumina como en ningún otro lugar, una embaucadora ciudad que ha sabido crecer en perfecta armonía con su entorno… una Naturaleza sobrecogedora.
Así, Estocolmo, construida sobre más de 15 islas, nos dio la sensación de tener más cielo que ninguna otra ciudad, ya que sus edificios, por muy sublimes que sean, se apilan todos contra las majestuosas aguas del Mar Báltico, siendo el paisaje el verdadero y casi único protagonista.
Sería injusto no hacer mención de otros aspectos que, no por menos importantes, voy a dejarlos en el olvido: la increíble (casi exultante) belleza física de las suecas y los suecos, todos tan elegantes, tan altos y delgaditos, como sacados de un anuncio;  la limpieza que encuentras en toda la ciudad; lo orgánico y lo ecológico llevado a su máxima expresión; La Universidad (en Inglés, of course) con mayor nº de facultades de Europa (hay incluso una Facultad de Circo!) Respeto…
Especial mención a nuestros amigos Lennart y Steve, ambos suecos, con los que compartimos una bonita velada en la que nos hablaron de la fórmula sueca del 1=1, 1persona=1persona. Así, 1 mujer, 1 negro, 1 homosexual, 1 mujer embarazada, 1 lesbiana, 1 madre soltera, 1mujer divorciada, etc. =1PERSONA… emocionante!!!
De vuelta en el avión. Despegamos. Miro de reojo a esta ciudad que nos ha atrapado por completo. Es curioso como en los lugares donde parece que lo tienen todo, mis conexiones sinápticas me llevan por la senda de pensar en los que menos tienen… paradojas de la vida. Pienso que, ser consciente de ello y plasmarlo en tu día a día es un buen comienzo para volver a reencontrarnos con nosotros mismos.
Cierro los ojos… que emocionante seguir descubriendo. El avión va ganando altura. Atravesamos varias capas de nubes, hoy tenemos Cúmulos y Nimbos por doquier. Entreabro los ojos, la vuelvo a mirar… madre mía! Eso sí es belleza, exterior e interior, y no lo de Estocolmo. Acaricio su pelo. Sigo soñando…