jueves, 4 de noviembre de 2010

PRIORAT'05, PASIÓN POR EL VINO...

No hay grandes vinos, ni vinos míticos, sino hay una historia detrás que los avale. Y la de la comarca tarraconense del Priorat, es una de las historias enológicas más emocionantes del mundo del vino. Todo se remonta al s.XII, cuando los monjes de Scala Dei comenzaron con la plantación de vides en estas tierras, algunas con más del 15% de pendiente, increíble. De estas vides de Garnacha y Cariñena se han elaborado, durante todos estos siglos, gruesos vinos “rancios y de granel”, hasta que a mediados del s.XX la ‘Philoxera’ hizo que se perdieran la mayoría de las cepas. Las gentes del Priorat tuvieron que marchar a las ciudades. Se arrancaron la mayoría de viñedos y se plantaron avellanos y olivos. Sólo se salvaron los de los viticultores que no tenían dinero ni para hacer esta reconversión. Entre estos, se encontraba un loco enamorado de sus viejos viñedos de Gratallops, Carles Pastrana, el fundador del conocido ‘grupo de los cinco’.
   Carles (Celler Costers del Siurana), contactó con cuatro amigos que, por aquellos años 80, estaban dispersos por todo el mundo. Eran: Jose L.Pérez, el profesor de enología valenciano, hoy tiene la bodega Mas Martinet (nuestra favorita); Daphne Glorian, comerciante franco-neoyorquina, Clos Erasmus; Álvaro Palacios, de familia de bodegueros riojanos, hoy bodega l’Ermita; y René Barbier, de familia bodeguera francesa, hoy dueño de la mítica bodega Clos Mogador.
   Su proyecto: el vino de calidad en Priorat. Qué locura!, pensaron en la comarca, “¿buen vino de estas tierras y estas variedades de uva?”
   Sin dinero y muchas dificultades, comenzaron a trabajar en forma de cooperativa junto con los pocos viticultores locales que quedaban. El mínimo experimento atrajo poca expectación al principio, pero algunos comerciantes y periodistas internacionales apostaron por aquellos vinos balsámicos, minerales (por los suelos de licorella) y densos. Y llegó el reconocimiento mundial diez años después. El terruño, el clima, las cepas y una idea de viticultura y vinificación rigurosa habían quedado reivindicadas.
   Son los primeros vinos españoles que aparecen en las listas de los mejores vinos del mundo! Tras el éxito, otros se subieron al carro, como Lluis Llac con Celler Vall-Llac y Joan Manuel Serrat con Mas Perinet.
La preparación de nuestro viaje duró un año de información y contactos para quedar con todos ellos, ver sus bodegas y catar sus vinos. Son bodegas pequeñas, familiares y no tienen visitas guiadas estructuradas. El recibimiento que nos dieron fue emocionante. Inolvidables las catas que hicimos en sus bodegas. Son verdaderas figuras y nos trataron con una humildad y alegría francamente inusual. Tras las bodegas mencionadas también destacamos: Celler Capafons-Ossó, el dueño nos enseñó todos sus viñedos; Cims de Porrera, su enólogo Adriá es hijo de J.L. Pérez; y Celler Venus la Universal, con d.o. Montsant pero pegada a Priorat, con su enóloga Sara Pérez, la verdadera joya de la corona, con 31 años es considerada unas de las personas más influyentes en el mundo del vino. Nuestra enóloga favorita, la que más arriesga, llevando la uva a límites de maduración insospechados. Además, trabaja con otras de nuestras bodegas que más nos gustan como Mustiguillo y Celler del Roure en Valencia, Castell de Perelada en Cataluña, Artadi en Rioja, Numanthia en Toro y Hereus Ribas en Mallorca. Su filosofía, la calidad está reñida con la cantidad. En sus cepas no hay más de 600gr de uva (la media en España es de 2.6kg), y solamente 4000 ó 6000 botellas por año (la media en Rioja son 400.000, y en Vega Sicilia 140.000).
Nos alojamos en el encantador pueblo de Porrera, casa rural La Carrrerada. Para comer: Lo Teatret en Porrera y el espectacular Irreductibles en Gratallops. No nos olvidamos del otro tesoro de la zona, el aceite de oliva virgen extra con d.o.Siurana, mejor aceite de arbequina desde el año 2001.
Nada hubiera sido igual sin nuestros amigos Noe y Víctor, ellos nos abrieron las puertas del mundo del vino, y sin nuestras joyitas, Raquel y Nuria. Cuanto os queremos!

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