
La estación de esquí es pequeña y hay poca gente. Para nosotros resultó muy cómoda. Lo mejor es que en días claros se puede llegar a divisar la bahía de Roses, espectacular!
El cielo es gris y la nieve muy blanca; un grupo de hombres, mujeres y niños marchan a buen paso hacia el norte en busca de una de las cuatro inmensas columnas que unen la Tierra con la bóveda celeste. A lo largo del viaje cantan, ríen y cuentan historias que hablan del respeto por la Tierra y por los espíritus que la habitan, de un amor sin ley y sin pecado, del desprecio por la soberbia y el engaño, y de una vida dura, cruel a veces, pero fiel a los ritmos secretos de la Naturaleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario